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La producción de cobre en Chile mostró una notable recuperación en mayo, registrando un aumento del 8% respecto al mes anterior y al mismo periodo del año pasado, impulsada por la expansión de Quebrada Blanca y mejoras en Escondida de BHP.
Chile, el mayor proveedor mundial de cobre, experimenta una recuperación en su producción del metal rojo después de enfrentar una caída que alcanzó mínimos históricos en dos décadas. Según los datos publicados el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, la producción de cobre en mayo fue la más alta del año, incrementándose en más del 8% en comparación con abril y con el mismo mes del año anterior.
Este repunte en la producción se produce en un contexto donde el principal productor del país, Codelco, informó que sus niveles de producción no comenzarán a mostrar aumentos interanuales hasta el segundo semestre del año. Sin embargo, otros proveedores están tomando el relevo. Estos han lidiado con desafíos como una menor calidad del mineral y contratiempos operativos, pero han comenzado a superar estas dificultades.
Las autoridades chilenas son optimistas y esperan que la producción nacional de cobre aumente un 5% este año. Este optimismo se fundamenta en la expansión de la mina Quebrada Blanca y las mejoras operativas en Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, operada por BHP.
La mina Quebrada Blanca, que ha estado en proceso de expansión, comenzó a incrementar su producción de manera importante, aportando a este crecimiento nacional. Por otro lado, Escondida, que ha enfrentado varios desafíos operativos, ha implementado mejoras que están comenzando a dar frutos en términos de producción.
Este crecimiento en la producción de cobre es clave para Chile, dado que el metal rojo es una pieza fundamental de la economía del país, representando una gran parte de sus exportaciones. La recuperación en la producción no solo beneficia a las empresas mineras, sino también a la economía nacional, que depende en gran medida de las exportaciones de cobre.
El aumento de la producción también llega en un momento donde los precios del cobre en el mercado global han mostrado cierta volatilidad, influenciados por factores económicos globales y la demanda fluctuante. Un aumento en la producción chilena puede tener efectos importantes en el equilibrio de oferta y demanda a nivel global.
Con una perspectiva optimista para la segunda mitad del año, se espera que la industria del cobre en Chile continúe su camino de recuperación. Las inversiones en tecnología y mejoras operativas están dando resultados, y se espera que estas tendencias positivas se mantengan en el futuro cercano.
Chile Minero seguirá monitoreando de cerca el desarrollo de la producción de cobre en el país y cómo esta recuperación afecta tanto a la economía local como al mercado global de cobre.
