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- La región del delta del río de Las Perlas, conocida como la “fábrica del mundo”, enfrenta una alarmante disminución en la actividad comercial debido a la caída en las exportaciones e importaciones en China, agravada por desafíos globales.
En la provincia de Guangdong, en el sur de China, el panorama comercial que alguna vez fue floreciente ahora enfrenta turbulencias. Los puertos que una vez albergaron más de 70 buques en marzo de 2022, ahora solo ven alrededor de 20, según datos de Refintiv, señalando una drástica baja en las actividades de importación y exportación.
La caída en las exportaciones chinas ha sido sorprendentemente pronunciada. En julio, las exportaciones disminuyeron un 14,5% interanual en términos de dólares, marcando la baja más abrupta desde el inicio de la pandemia en 2020. Esta reducción superó las expectativas, ya que los economistas habían previsto una caída del 12,5% . En los primeros siete meses del año, las exportaciones cayeron un 5%, alcanzando los US$1,9 billones.
Factores como la inflación global y el aumento de las tasas de interés han impactado negativamente la demanda de productos chinos en el mercado internacional. Esta tendencia de declive en las exportaciones se ha mantenido durante tres meses consecutivos, registrando una caída del 12,4% en junio.
El sector manufacturero también ha sufrido las consecuencias, experimentando una contracción durante cuatro meses seguidos. Los índices de gestores de compra (PMI) han señalado este deterioro, lo que refleja un debilitamiento en el entorno de exportación y socava uno de los motores anticipados para la recuperación económica china.
Las importaciones tampoco se quedan atrás en este desafío. En julio, las importaciones chinas cayeron un 12,4%, marcando la mayor reducción desde el inicio de la pandemia. Esto resalta la preocupante falta de consumo interno, persistente incluso después de medio año de la devastación causada por el Covid.
Julian Evans-Pritchard, economista jefe de China en Capital Economics, comenta que “los datos de importaciones fueron bastante malos”, y agrega que prácticamente toda la recuperación en los volúmenes de importación se desvaneció en julio. La Administración de Aduanas de China informa que las importaciones han disminuido un 7,6% en los primeros siete meses del año, alcanzando los US$1,4 billones.
El panorama comercial global también influye en esta situación, ya que el volumen de envío de carga contenedorizada de Asia a EE.UU. ha disminuido significativamente. Esta tendencia, que ha llegado a reducirse entre un 20% y un 30% anual en algunos meses de 2023, según el Centro Marítimo de Japón, ilustra cómo la demanda aún no es lo suficientemente sólido para impulsar un aumento en la producción y los envíos .
La presión en la cadena de suministro global también es evidente, con el índice mensual del Banco de la Reserva Federal de Nueva York señalando una demanda reducida durante seis meses consecutivos. La economía global está lidiando con las consecuencias del endurecimiento monetario implementado por los bancos centrales, lo que ha generado desafíos adicionales para la recuperación económica.
En conclusión, la “fábrica del mundo” se enfrenta a desafíos significativos en el panorama económico global. La disminución en las exportaciones e importaciones en China, combinada con factores globales como la inflación y el endurecimiento monetario, han creado un escenario complejo para la región del delta del río de Las Perlas y para la economía china en su conjunto.
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