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Tarapacá y Antofagasta disminuirían en 85 y 44% respectivamente la cantidad de agua continental utilizada en sus procesos.
La Comisión Chilena del Cobre (COCHILCO) presentó el informe “Proyección de demanda de agua y energía en la minería del cobre” para el período 2023-2034, revelando que el uso de agua de mar en la minería del cobre se duplicará en los próximos diez años. Según el informe, para el año 2034, casi el 70% del agua utilizada en la minería del cobre en Chile provendrá del mar. Esta proyección responde a la necesidad de enfrentar la escasez hídrica que afecta a varias regiones del norte del país.
Actualmente, el 37,2% del agua utilizada en la minería del cobre proviene del mar. El informe de COCHILCO estima que este porcentaje aumentará a un 69,8% en 2034, impulsado por la construcción de más plantas desalinizadoras y el aumento de su capacidad de producción. Rafael Palacios, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES), explicó: “La industria minera está migrando rápidamente de las fuentes de agua continentales a las no convencionales, utilizando agua de mar para garantizar la seguridad hídrica y apoyar el crecimiento de sus operaciones a mediano y largo plazo”.
Hasta la fecha, existen 24 plantas desalinizadoras en Chile, de las cuales 17 están destinadas exclusivamente a la minería y 14 de ellas están en operación. Para 2034, se espera que haya un total de 34 plantas desalinizadoras en operación. Esta expansión refleja la importancia estratégica del agua de mar para la industria minera y su capacidad de reducir el consumo de agua continental en un 38,6% respecto al año 2022.
El informe destaca que las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Metropolitana verán un aumento significativo en la demanda de agua de mar durante la próxima década. Por ejemplo, Tarapacá proyecta una reducción del 85% en el uso de agua continental, Antofagasta un 44%, Coquimbo un 72% y la región Metropolitana un 64% para el 2034.
Además, más de la mitad de la demanda de agua proyectada para la minería proviene de proyectos que ya están en funcionamiento o en proceso de ejecución, lo que brinda un alto nivel de certeza para la industria. Más del 80% del consumo de agua esperado para 2034 está asociado a proyectos que ya han obtenido los permisos ambientales correspondientes.
